Oraciones diarias
Sección 2
Formas de bendición que el jefe de familia debe enseñar a los de su casa para la mañana y la noche
Oración de la mañana
Por la mañana, apenas hayas abandonado el lecho, te santiguarás y dirás así:
En el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Entonces, puesto de rodillas o de pie, dirás el Credo y el Padrenuestro. Si quieres, puedes orar brevemente así:
Te doy gracias, Padre celestial, por medio de Jesucristo, tu amado Hijo, porque me has protegido durante esta noche de todo mal y peligro, y te ruego que también durante este día me guardes de pecados y de todo mal, para que te agrade todo mi obrar y vivir. En tus manos encomiendo mi cuerpo, mi alma y todo lo que es mío. Tu santo ángel me acompañe, para que el maligno no tenga ningún poder sobre mí. Amén.
Y luego dirígete con gozo a tu labor entonando quizás un himno, por ejemplo acerca de los Diez Mandamientos, o lo que tu corazón te dicte.
Oración de la noche
Por la noche, cuando te retires a descansar, te santiguarás y dirás así:
En el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.
Entonces, puesto de rodillas o de pie, dirás el Credo y el Padrenuestro. Si quieres, puedes orar brevemente así:
Te doy gracias, Padre celestial, por medio de Jesucristo, tu amado Hijo, porque me has protegido benignamente en este día, y te ruego que me perdones todos los pecados que he cometido, y me guardes benignamente en esta noche. En tus manos encomiendo mi cuerpo, mi alma, y todo lo que es mío. Tu santo ángel me acompañe, para que el maligno no tenga ningún poder sobre mí. Amén.
Luego descansa confiadamente.
Cómo el jefe de familia debe enseñar a los de su casa la bendición y acción de gracias.
Para dar una bendición
Tanto los niños como los criados se acercarán a la mesa con las manos juntas y, reverentemente, dirán así:
Los ojos de todos esperan de ti que tú les des su comida a su tiempo. Abres tu mano y con tu buena voluntad satisfaces a todos los seres vivos. (Sal 145.15-16)
Luego recitarán el Padrenuestro y esta oración: Señor Dios, Padre celestial: Bendícenos y bendice estos tus dones, que de tu gran bondad recibimos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Acción de gracias
Así también, después de haber comido, dirán igualmente con reverencia y con las manos juntas:
ALABAD á Jehová, porque es bueno; Porque para siempre es su misericordia. El da mantenimiento a toda carne, Porque para siempre es su misericordia. Complácese Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia. (Sal 136.1, 25; 147.11)
Entonces recitarán el Padrenuestro, añadiendo la siguiente oración:
Te damos gracias, Señor Dios Padre, por Jesucristo, nuestro Señor, por todos tus beneficios: Tú que vives y reinas por todos los siglos. Amén.